Los jugadores en New World pueden crear una organización en forma de empresa (o gremio o clan en otros juegos) y, con suficiente poder, adquirir una serie de asentamientos repartidos por el mapa del mundo. Estos asentamientos pueden convertirse en ciudades de pleno derecho para los jugadores, con estaciones de artesanía, fortalezas y sistemas fiscales.
Las colonias y los fuertes forman parte de un territorio y pueden ser gobernados por corporaciones de jugadores.
Las colonias también contienen residencias para los jugadores, donde las corporaciones no jugadoras pueden construir casas y granjas a cambio de impuestos y apoyo bélico.
Funcionamiento de los asentimientos y colonias
Estos asentamientos no son de libre construcción como en el pasado; están preconstruidos. Sin embargo, elementos como las estaciones de artesanía y las defensas de los fuertes pueden mejorarse a través de proyectos de la ciudad iniciados por la empresa controladora, a los que cualquier jugador puede contribuir. Estos proyectos proporcionan XP y moneda al completar las misiones.
Las colonias pueden ser atacadas por otras compañías durante las guerras o invadidas por los NPC. Si tienes un asentamiento sin reclamar al principio del juego, puedes adquirirlo simplemente pagando un impuesto al fuerte de ese territorio.
Las colonias deben ser pagadas por la sociedad que las controla para ser mantenidas, y pueden ser retiradas si no se pagan o si el jugador no las defiende de una invasión corrupta.
La sociedad recauda los impuestos sobre los habitantes, la artesanía y el comercio de la colonia, y puede fijar el tipo impositivo.
Los jugadores pueden unirse a una colonia comprando una casa en ella. Las viviendas no se ven afectadas por los cambios en la propiedad de los asentamientos.
Los fuertes territoriales son estructuras en las que los jugadores deben luchar por el control de las colonias y los territorios.
Los objetos del almacén de la colonia de un jugador están a salvo, incluso si esa colonia es conquistada por una sociedad hostil.
